Con la llegada del otoño, muchas personas tienen un bajón. Y es que los días se hacen más cortos, el sol menos frecuente y las vacaciones quedan lejos. Son muchos factores que pueden afectar el humor y tener un impacto directo en la libido. Pero según un estudio realizado por Gleeden.com, la web líder de encuentros extraconyugales, parece que sucede todo lo contrario.
Después de haber interrogado a más de 10.000 hombres y mujeres miembros de esta página*, el 82% ellos consideran que, por varios motivos, el otoño es un periodo que propicia los encuentros y las relaciones sexuales, y permite así evitar el famoso bajón estacional. ¿Sorprendente? No tanto como parece…
Arropados en la cama.
Ls estación otoñal significan tardes arropados bajo una manta. Abrazarse el uno al otro, darse calor mutuo, favorecer el contacto… Es cierto que los bikinis son más seductores que los calcetines altos, pero estos momentos de relajación favorecen el contacto, piel con piel. Hay menos ganas de salir y se prefiere una atmósfera más cálida, y por lo tanto a menudo más íntima. El otoño parece ser incluso la estación en la que la tasa de testosterona es más elevada. Para los infieles, es también el momento de descubrir un nuevo tipo de relación. Lejos de rápido paréntesis rápido y puramente sexual, es el momento de compartir una auténtica relación fuera de la rutina. Al 36% de los miembros de Gleeden interrogados le gustaría acurrucarse en la cama con su amante este otoño.
Más fiel a su amante.
El verano es la época de los encuentros, de las noches sin mañana, de las aventuras apasionadas y efímeras. Pero cuando llega el otoño, los deseos cambian. Hay más tiempo para conocerse, compartir, construir. Las relaciones van más allá del flechazo de una sola noche, espontáneo y sin expectativas particulares. Por el contrario, son el fruto de una seducción real, de un deseo en aumento entre dos personas que realmente se atraen. Para cerca de un cuarto de los miembros interrogados (el 22%), el otoño es el momento de encontrar un/a amante de larga duración con quién compartir buenos momentos y garantizar el calor para pasar el invierno. Es la ocasión, a falta de fidelidad a la pareja, para ser fiel al/a la amante.
¡Con jersey se es más sexy!
En verano, las mujeres son las reinas de la seducción y saben perfectamente utilizar sus atributos. Está claro que los vestidos finos y los bonitos escotes ayudan. Pero a los hombres no les gusta solamente esto. También les gusta adivinar las formas que se dibujan debajo de las capas de ropa, pensando en el placer de descubrirlas. Es una forma de mantener el misterio. Y a muchas mujeres les gusta sentir que se las desnuda con la mirada. ¡El 18% de las personas interrogadas admiten sentir más ganas de desnudarse una vez llegada la época otoñal!
En verano, la infidelidad es más arriesgada.
Quien dice verano, dice vacaciones. Para los infieles, es un momento en el que hay que buscar mil y una excusas válidas para poder ver a su amante. En el trabajo, resulta difícil inventar una nueva reunión tardía o un enésimo seminario cuando la mitad de los empleados están de vacaciones. Y para los infieles que están de vacaciones, es muy complicado eclipsarse un rato para hacer una llamada o para enviar un mensaje apasionado sin tomar demasiados riesgos. La vuelta al trabajo a menudo significa nuevas y mejores excusas para los infieles. De hecho, el 14% de ellos prefieren el otoño por este motivo.
Finalmente, solamente el 10% de las personas interrogadas dicen tener una libido a la baja con la llegada del otoño. Los otros parecen ver la infidelidad como un buen remedio contra el bajón estacional y aprovechan este momento para caldearse en brazos de su amante.
*Sondeo online realizado del 13 al 19 de octubre de 2015 entre 10.011 miembros masculinos y femeninos europeos de la web de Gleeden.com